Frases y Reflexiones

"Te amo tanto y es tan fuerte lo que siento por ti , que si bien en ocasiones siento el impulso de odiarte, no sólo me detengo sino que me alegro de que existas y vivas junto a mi, a pesar de que seas tan insoportable como yo" Walter Riso



jueves, 25 de noviembre de 2010

Lo inesperado. El teléfono de Dios.

Sonó el móvil y aquella inesperada voz…
Aquella mañana, parecía como todas. No me podía imaginar lo que iba a suceder.
¿Acaso todavía pensamos que detrás de lo inesperado, tan solo hay el llamado “azar”?
No salió el avión a la hora… llegó aquel mensaje y… no conseguimos llegar a tiempo… de pronto me dijo aquella chica… me crucé con su mirada y de repente… coincidió justo en aquel momento que…  y cuántas cosas sorpresas más suelen suceder tras lo inesperado. Con el paso del tiempo, terminamos por admitir la gran sabiduría que oculta la cadena sutil de acciones que nos conducen a un destino u otro, una cadena que a veces se teje con sucesos imprevistos que escapan a nuestro supuesto control, sucesos que animan el propósito del Gran Juego.
Alguien tan peculiar como Santa Teresa osó decir que: “Tras lo inesperado se oculta Dios”. Sin duda esta guerrera de la autoindagación intuyó que la Inteligencia Universal se manifiesta con toques de inesperado “a pesar” de nuestros planes. En realidad lo que consideramos como previsible no deja de ser una fotocopia mental construida por la memoria, es decir un material conformado por clichés que se proyectan sobre un futuro nada creativo, nada creativo porque se trata de una apretada visión del devenir que a cambio de monotonía, puede aportar una efímera sensación de seguridad. Tengamos en cuenta que los seres más inseguros son los que ilusoriamente tratan de tener todo el devenir lo más atado y colonizado posible, seres que ignorando sus potenciales tienen serias dudas de disponer de recursos para hacer frente a lo que surja. Una vez más aparece el juego de las carencias producidas por el recuerdo de viejos dolores y el temor a repetirlos.
¿Sin embargo qué mejor estado de conciencia que el de la sorpresa?, ¿acaso vamos a dejar que tal maravilla sea patrimonio emocional tan solo de los niños?.  Ejercitemos nuestra “mirada de principiante” y percibamos todo como si fuera la primera vez. Soltemos los prejuicios y las suposiciones, y refresquemos nuestra percepción. Toda una invitación a recorrer la vida que nos toca en un permanente “descubrir”. En realidad el descubrir es más significativo que lo “descubierto”, y tan solo viviremos la maravilla del descubrimiento si volvemos a “ser como niños”. Algo que no significa dejar de discernir ni dejar de aplicar nuestra experiencia de la vida, sino más bien resonar con un estado de inocencia que suspende el juicio acerca de todo lo que se percibe, un estado por el que cesamos de realizar comparaciones y de criticar de forma estéril lo que simplemente ES y sucede. Algo que se logra con trabajo interior.
El sabio indio Sri Nisargadatta fue todavía más lejos cuando afirmó que: “Tan solo lo inesperado es Real”. Una reflexión que nos lleva a preguntar, ¿acaso entonces lo previsible es tan solo un sucedáneo de la realidad? Una vez más la sabiduría responde conduciéndonos suavemente hacia la vivencia del momento presente, una vivencia que asimismo nos invita a evitar la anticipación y la expectativa. ¿Precisaremos del regalo de la comprensión para lograr abrazar el creativo abismo del presente continuo? Parece evidente que el momento presente es la llave que abre todas las puertas, incluidas las que hacen referencia a vivirnos surfeando por entre los pliegues del sostenido descubrir, ¿hay mejor forma de vivir que mantenernos enfocados en la atención creativa del ahora?
¿Qué nos pasará en las próximas 3 horas?, ¿quién puede asegurar que no nos va a suceder algo significativo? Atención, abramos la puerta de lo insospechado y dejemos espacio en el alma para que “pase un ángel”, un ángel blanco o negro que, al igual que el amor y el odio, son casi lo mismo y laboran por nuestro sostenido expandir. Convendrá dejar espacio en el corazón para que de pronto se nos ocurra aquello que una vez más puede cambiar nuestra vida. Vivamos abiertos a que de pronto suceda justo eso que meses o años atrás anhelamos, y que ya habíamos olvidado como posible. ¿Quién es capaz de evitar la insólita llegada de lo Nuevo?
Tomemos consciencia de que tan solo es la mente racional con sus consabidas protecciones la que se resigna, la que se niega, la que se torna escleróticamente escéptica y se aferra a lo conocido, la que trata de agarrotar el devenir. En realidad, viendo el panorama emocional de las grandes urbes en las que habitan gentes apretadas que han dejado de descubrir, soñar y sorprenderse, uno se pregunta, ¿acaso esta actitud de escepticismo y cerrazón, tan presente en esta sociedad pragmática, no es un virus que algún perverso hacker ha logrado colar en la mente humana?, ¿dónde se encuentra la tan creativa espontaneidad?
Pues bien, dado que en la naturaleza todo veneno tiene su antídoto, convendría crear un antivirus para descongelar el sistema vital de la desesperanza. Y en este sentido, el mejor que conozco es un corto mantram que merece la pena pronunciar varias veces al día. Se trata de hacerlo presente en todo momento y lugar hasta instalarlo, por ejemplo, puede programarse en la pantalla del móvil, en la del ordenador o con un imán en el frigorífico… En realidad es un antivirus muy barato que ahora tengo el gusto de pasarte en tres inolvidables palabras”:
“Todo es posible”.
¿Acaso existe mejor oración que estar abiertos a que lo imprevisto suceda?

Blog de José María Doria

jueves, 18 de noviembre de 2010

Oráculo Zen: Aunque el Espíritu se halla más allá del mundo, siempre se queda dentro de él.

AMOR

El verdadero amor no es un sentimiento que nos abruma,
es un una decisión pensada y un propósito. M. Scott Peck.

 
Conforme el ser humano se desarrolla y evoluciona, percibe el amor como algo más que un sentimiento abrumador que mueve pasiones e ignora la razón. Las decisiones tomadas en nombre del amor, bajo un estado de gran emoción, pronto se enfrían. En su caída, tienden a desencadenar un gran caudal de perturbación y, en muchos casos, deterioros materiales de gran insensatez.

Dejarse llevar por una brújula que tan sólo tenga en cuenta la exaltación de los sentimientos, supone desoír la voz que nos impide “perder la cabeza”. Un des-balance que, tarde o temprano, se cobrará un alto precio en forma de carencias y frustraciones típicas de aquellas relaciones en las que predomina la pasión y la fascinación completa. En el extremo contrario, está el sujeto que se deja guiar exclusivamente por el mundo prosaico de la razón, sin duda alguien que se ahogará en un territorio de cálculos e intereses que le adentrarán en un desierto carente de toda sensibilidad y frescura afectiva.

Cualquier decisión tomada desde uno de los dos lados, tanto el de la cabeza como el del corazón, supone lateralización y superficialidad. Por el contrario, los sujetos que evolucionan hacia una conciencia integral se adentran en lo profundo de sí mismos y logran que los opuestos, inherentes al yo superficial, vayan paulatinamente integrándose y dejen de ser excluyentes. Pensamiento y sentimiento, razón y afecto, cabeza y corazón intervienen integralmente en la decisión acerca de algo tan mágico como la relación afectiva. En realidad, en la hondura del propio Ser, caben los opuestos sin conflicto. Y de la misma forma que una paloma necesita dos alas para volar, nuestro cerebro precisa de sus dos hemisferios cerebrales para avanzar a la profundidad del sí mismo. Si una de las alas induce a actuar desde la emoción, la otra lo hace desde la razón. Es tan sólo la fuerza conjunta de ambas la que conduce al progreso. El amor como fuerza esencial de vida, no se queda fuera de esta Ley que balancea e integra el impulso y la reflexión.

Durante milenios, y todavía en variadas culturas del mundo actual, las grandes decisiones de formar una familia y entablar vínculos de pareja eran un asunto de los padres. El propio sujeto no tenía casi intervención en tan delicado asunto de su vida futura. En realidad, tiene pocos siglos la puesta en juego de sentimientos abrumadores como elementos decisivos en la creación de una familia. La humanidad se ha movido en ciclos pendulares que alternaban entre etapas de predominio racionalista y pragmático y etapas de romanticismo que exaltaban los sentimientos y la sensibilidad. Acción y reacción polares que vienen anunciando la llegada de un tercer punto, o conciencia de síntesis, que integra los opuestos y abre la puerta de la Inteligencia del Alma. Un estado mental en el que puede decirse que el corazón piensa y la mente ama.

En un nivel más elevado, el amor supone una ola que emerge de la Infinitud interna y lleva consigo la Experiencia de Totalidad. En la comunión espiritual de dos seres, el vínculo está más allá de la pasión y la razón. El Amor con mayúsculas es un estado de conciencia que integra Eros y Thanatos, lo ascendente y lo descendente, el Cielo y la Tierra. Un encuentro que está más allá de cualquier forma de apego y que brota desde planos transpersonales en los que Silencio es la pregunta y Silencio es la contestación.

Texto perteneciente al libro del autor: "Inteligencia del alma"
Jose Maria Doria jmdoria@escuelatranspersonal.com

jueves, 11 de noviembre de 2010

El verdadero nombre

"Cuando uno viaja por los recónditos caminos de Sör-ah, los Campos Álmicos, se puede encontrar con diversos tipos de seres... las almas, son criaturas muy extrañas, pues se encuentran divididas en su ser, y su esencia es tan densa para los seres a los que los espíritus estamos acostumbrados, que sus quehaceres y realidades pueden generarnos muchos problemas en nuestro camino.



Esa es la historia de un espíritu que decidió por primera vez cabalgar un alma... un alma de color blanco... Su ser era radiante, y su camino prometedor... Pero de las almas, hay algo fundamental, que los espíritus no solemos entender... Ellas no pueden ser, si nosotros no les damos un nombre.
Cada esencia álmica es diferente, incluso dentro de cada una de ellas, y eso las hace únicas, tan únicas, que no pueden concentrarse en su labor si no poseen un nombre diferente para cada una de sus energías.
Nosotros conocemos a estas esencias o energías, como la aglomeración de las presiones estelares que amoldan a los seres para un mejor desarrollo y aprendizaje... más comunmente conocido como "Personalidad".
La personalidad es aquello que da a los seres la mejor herramienta de trabajo para desarrollarse plenamente en sus funciones a cada paso y vida que realizan... pero algunos espíritus, aun no hemos entendido muy bien la importancia de la personalidad...
Kalum, era uno de esos espíritus...
Él viajó por el universo, llevando a este alma consigo, la cual le permitiría nacer y experimentar en los mundos físicos... Pero Kalum, tenía un gran temor... su temor era olvidar quién era, y de dónde venía... Los espíritus, debemos enfrentarnos a algo tremendo cuando elegimos el camino de la vida, y es olvidar el camino de la esencia de la Totalidad... pues ya no pertenecemos más a esa Totalidad como hasta entonces la entendíamos y vivíamos, ahora, la vemos a través de los ojos del alma, a través de lo individual, de las emociones, y así fue planeado; esa es otra de las grandes cosas que nosotros, tememos realizar... vivir las emociones y ver el universo a través de un alma, es un desafío para todos, y muchos, temerosos, intentan no olvidar nunca quiénes son, y así no perderse en la inmensidad.
Fue así que Kalum, huyó de todos los ángeles del Límite. Éstos ángeles, con una bella caricia, cortan toda comunicación con el espíritu, para permitirle al alma hacer su trabajo. Estos ángeles son muy respetados, pero a la vez temidos al llegar a un mundo físico... Eso hizo que Kalum se escondiese de ellos, una y otra vez... y en los momentos en que no podía huir de sus caricias, se proponía durante toda la vida buscar esa conexión, de esa manera, muchos espíritus creían poder liberarse de las confusiones del alma, y seguir comunicados con el Supremo Ser.
Kalum nació muchas veces, y en todas sus vidas, su alma dicidió tener diversos nombres: Hob, Karen, Manik, Robert, Alba, Axel, Deán Gomez, Pehuen, Rodrigo, Casius, Quan-Xi, Ian... pero a expensas de que su alma elegía estos nombres para desarrollar sus armas, herramientas, potenciales y bellezas, en todas sus vidas buscó una y otra vez su nombre, su Verdadero Nombre... Kalum... Kalum... Kalum... Kalum...
Y, Kalum... volvió a la luz, a los Campos Álmicos, conectado con la Totalidad, vívido de su Luz Divina, llevando con gracia los colores de su alma, y orgulloso de haber vivido siempre para buscar su conexión con el Divino, se enfrentó a su Juicio... su juicio individual. Este Juicio, es una valoración propia de todo lo que se ha hecho y aprendido en la vida, de cuantas cosas hemos experimentado, y las observamos en los Registros Generales de Información, de la misma manera que podría proyectarse una extensa película en un bellísimo cine de luz...
Kalum... ay Kalum... él observó su película y vio... vio que todas las películas de sus vidas eran iguales... y vio algo que el llamó la atención: no había aprendido nada.
¿Qué sucedió? pensó exaltado este hermano espiritual... La respuesta, era muy clara: había pedido la ayuda de un alma, y jamás le permitió ayudarle.
Temió tanto de vivir en la desconexión, que se hacía llamar por su Verdadero Nombre, en sitios que no correspondían... Kalum no era la vibración que le ayudaría a salir adelante en la crisis económica de Alemania... Ian era quien lo haría, Kalum no era quien lucharía en las batallas de Roma, Casius sería ese héroe, Kalum no era quien enseñaría sobre los libros a los niños, ese sería Hob. No era Kalum quien amase a su marido y a sus hijos, esa sería Alba... Muchos espíritus deseosos de no olvidar su conexión, han olvidado que al nacer, lo importante no es seguir conectados, sino disfrutar de la luz que nos da la experiencia del vivir, y esa experiencia, no nos la da nuestro espíritu, sino nuestro alma. Nuestro Alma sabe muy bien qué nombre será el que le ayudará a cumplir con sus tareas, a disfrutar de los amigos, a convivir con el resto de los seres, a trabajar, a superarse, a reír y llorar, a lograr nuestros objetivos y misiones...
Aprendí mucho de Kalum, pues nos enseñó a todos con su sacrificada vida, que lo importante no es mantener la conexión, que lo importante no es recordar nuestro verdadero nombre, sino que lo importante, es disfrutar de cada momento, de cada experiencia, y es el alma quien nos regala esta belleza, que es el cuerpo, y su herramienta, su luz y color, que es la personalidad, vibrando en su bello sonido que es su nombre... en cada momento de nuestras vidas...
Millones de Milenios más tarde, era mi turno, yo, Ghan, un bibliotecario de los Registros, que debía nacer en un planeta físico. Siempre recordé mi Verdadero Nombre, Ghan... y resuena en mi interior la verdad... Ghan...Ghan... pero aprendí de Kalum, que siendo Ghan, no lograría nada en mi vida, pues Ghan no tiene la fuerza para trasmitir, Ghan no tiene la fuerza para comunicar, para hacer reír y conversar, no tiene la fuerza para disfrutar, dirigir y amar... es por eso que respeto y disfruto de la decisión de mi alma, cuyo designio ha sido nombrarme Matías Gustavo, los dos nombres que sí me darán la fuerza para cumplir y concretar.
Respetar los nombres que se nos han dado en la vida, es fundamental para vivir con felicidad el cumplimiento de nuestras misiones... Es así como los invito a recordar sus Verdaderos Nombres, pero honrar hasta los Cielos, el nombre que su alma ha sabido muy bien elegir para Ser Aquí y Ahora.
Espíritus, los saluda atentamente desde el planeta Tierra, el día del presente... Matías Gustavo De Stefano."

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